Corría el año de 1987. Una pequeña compañía Japonesa llamada Square Soft se encontraba prácticamente en bancarrota, años antes se había dedicado al desarrollo de pequeños videojuegos para el Famicom —conocido en este lado del mundo como NES— logrando un éxito muy opaco. Ante tal crisis, un desarrollador llamado Hironobu Sakaguchi se preguntó: porqué no crear —y mejorar— un juego similar al Dragon Quest, del competidor Enix? Y basado en ésta picassoriesca idea, Sakaguchi empleó todos sus recursos, personal, esperanzas… y sueños en un último proyecto, que en caso de fracasar, la compañía moriría definitivamente. El nombre de éste proyecto? Final Fantasy.
Durante los siguientes años salieron más y más juegos basados en el éxito original, el marketing evolucionaba a pasos agigantados y, sobre todo, la imagen y arte del juego. Los personajes siempre eran diferentes… pero irónicamente, muy similares.
La estrategia de Square era clara: repetir el éxito logrado con la misma fórmula y pequeñas mejoras entre versión y versión, que prácticamente salían al mercado cada año.
La monotonía estaba a flor de piel en Square, por tal motivo el público empezó a reclamar de una forma fuerte y general un juego que revolucionara tanto como el primero lo hizo. Así que en 1997 apareció el mejor juego de toda la saga: Final Fantasy VII, que combinaba como nunca se había visto los gráficos, la historia, las armas, los poderes, los personajes y todos esos pequeños detalles que disfrutamos los RPGeros de corazón.
Square hace poco más de 2 años compró Enix y ha seguido lanzando juegos de Final Fantasy, pero ninguno como el VII, que es muy recomendado, aunque es muy absorbente y altamente adictivo. Pero qué esperaban de un buen juego?
Fuentes:
De una ‘Fantasía Final’ a Preludio de un Sueño fue escrito por fael el día martes 16 de agosto de 2005 a las 2:53 a. m.
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