El Festival Nacional de Arte y Cultura de éste año, organizado por los Institutos Tecnológicos del país tuvo sede en Oaxaca.
El viaje fue largo; 26 horas en el camión son de pensar, sin embargo teníamos —aún— un espíritu inquebrantable.
La llegada fue a las 3 am, el clima estaba perfectamente agradable…. para nosotros, pues allá, siendo una región muy caliente, cualquier clima menos que tibio se les hace un frío insoportable.
Un par de horas después nos asignaron un hotel provisional, en el que nos aseamos y descansamos hasta las 8, hora de desayunar.
Ya después, a eso de las 9 teníamos libre hasta medio día. Aprovechamos para dar una vuelta por el centro histórico.
Anduvimos por algunas iglesias, pero sin duda la más impresionante es la Iglesia de Santo Domingo que resalta sobre las otras porque está completamente bañada en oro. Además, dentro de ésta hay cientos de imagenes religiosas, pero destaca una muy bizarra; la Virgen María dándole pecho a uno de los apóstoles (alguien podría aclarar ésto?).
Y ya para terminar el día, nos encontramos con uno de los organizadores del evento, le reclamamos la pobre organización al mandarnos a presentar en un lugar tan… escondido. Aunque viéndolo por otro lado, generalmente los buenos artistas así son, comienzan en la calle, se presentan en donde les es posible, la vida es difícil y fracasados es la palabra que más oyen de la gente.
El día uno terminó. El Lunes 28 de Noviembre es un día para no olvidar.
P.S. *sigh* Ayer se presentó Incubus en la explanada del Estadio Azteca, tenía la posibilidad de quedarme a verlos, pues de regreso de Oaxaca pasamos por la Cd de México el día primero, me hubiera esperado dos días para asistir al desmadre…. pero no hubo feria.