Si bien el tema de las patentes nuevo no es, últimamente el mundo parece estar volviéndose loco, registrando cada estupidez existente.Microsoft y Apple son las principales compañías que gastan miles dedólares en registrar estos innovadores inventos, que en la mayoría delos casos, ni son tan innovadores, ni son inventos propios.
Afortunadamente existe la licencia creative commons, que en los últimos años ha abierto los ojos de la comunidad que publicamos documentos, software, arte y en general, cultura.
El mundo se ha partido, por un lado sealcanza a vislumbrar una pequeña esperanza en cuanto a el uso debido deesta licencia, cada día hay más y más material que podemos utilizar,modificar y transferir sin el temor de que algunos madlitos ladroneslleguen y nos arresten. Sin embargo, mientras la gente común ycorriente se concientiza, los grandes monopolios ven un peligro enormeaquí, de que su fortuna disminuya en un porcentaje menor a 1, pero quesignifican dólares de seis cifras.
Legalmente hay poco escrito. Patentar algo y demandar por presuntoplagio de éste comienza en una fuerte cantidad de dinero y acabadespués de años que no se veía ni por dónde iba a terminar. Hablando desoftware e internet y añadiéndole legislación internacional hace elproceso aún más caro y trabado.
No me considero un abogado, ni mucho menos, se respeta el oficio,pero todo esto se trata de sentido común. Elaborar y presentar unproyecto cuyas únicas restricciones sean: el reconocimiento del autor,sin fin comercial y que se distribuya con las mismas condiciones es lomás lógico y benéfico para todos.
Yo aún sigo esperando el día en el que podamos disfrutar de todas las bondades de esta licencia; un periódico, un libro, una cerveza, una película, música y televisión.
Estaremos los creative-common-istas sólo soñando despiertos?
La licencia que nos conviene a todos fue escrito por fael el día domingo 26 de junio de 2005 a las 3:14 a. m.
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