JUE. 27 ABR. 2006

Mil Novecientos Noventa y Siete

Uno más. Hace 9 años falleció la persona más sabia que conoceré en toda mi vida, ya he escrito de él, y como en esa ocasión, me gustaría dejar de un lado la temática tradicional del blog y contar una de las cientos de anécdotas que tiene, porque todo en la mente se pudre, pero si está escrito durará para siempre.


Tal vez sería el año de 1955 cuando sucedió, mi abuela no lo recuerda bien. Vivían en un pequeño poblado en un pequeño pueblo en un estado que a penas tenía un par de ciudades como tal. Fue un año en el que llovió mucho tiempo y a cántaros, el rio que partía en dos el camino del poblado a Aldama, el pueblo más cercano, había crecido como no se había visto en varios años. La gente vivió un par de semanas con las provisiones que tenía, en el caso de mis abuelos, elotes y café.
Entonces fue una mañana en la que Xib Chac paró y el cielo se despejó, pero el río seguía obstaculizando el sendero hacia Aldama y la comida ya se había agotado casi en su mayoría. Bajo estas condiciones, a Manuel Soto no le quedó otra más que cruzar el río por su propia cuenta y volver con comida, y con más coraje y obstinación que paciencia para escuchar a la gente que le decía que sería peligroso, agarró su carreta, que era bastante grande para guiar a seis mulas que cruzarían el río junto con él… y su perro negro, que no se mantuvo quieto y saltó al agua para terminar cruzando nadando.
Poco tiempo después, Manuel volvió y se llevó una gran ovación de las personas “Bravo Soto!!!”


Y no, estas no son historias de héroes de la tele, es una historia de un Héroe de verdad.

No es que te extrañe, es que simplemente no puedo seguir sin

Mil Novecientos Noventa y Siete fue escrito por fael el día jueves 27 de abril de 2006 a las 11:26 p. m.

Este post fue etiquetado: 1997 familia personal thributo