Felipe sorprendió con su llegada a San Lázaro
A las 9:46 de este viernes 1 de diciembre, Felipe Calderón Hinojosa tomó protesta como Presidente de la República bajo un ambiente ríspido que se vivió en la Cámara de Diputados, dos minutos después se colocó la banda presidencial ante el pleno del congreso resguardado a su máxima expresión con el Estado Mayor Presidencial (EMP) y legisladores del PAN.
Felipe Calderón sorprendió a los legisladores del PAN y del PRD a su llegada a la principal tribuna del recinto de San Lázaro, donde también acudió el ex presidente Vicente Fox, quien entró con la banda presidencial en sus manos y la entregó al presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño.
Contra todo pronóstico, Fox y Calderón llegaron a la Cámara de Diputados, tomada por simpatizantes perredistas desde hace algunos días. Dos diputadas se habían puesto en las sillas donde expresidente y presidente tendrían que sentarse y decían no iban a abandonar el lugar, aproximadamente a las 8:30 de la mañana (hora local), las televisoras dieron paso a la señal nacional, en la cual sorpresivamente ya mostraba a Fox y Calderón en sus respectivas sillas, luego se siguió el protocolo y en cinco minutos ya se había acabado. No sé si ésta haya sido una de las primeras acciones de Calderón como presidente, pero me pareció totalmente acertada; sin mayores contratiempos se quitó a quien no dejaba pasar, se realizó la ceremonia y la retirada fue igual de rápida que la llegada.
Sobre la gestión saliente, fuera de todos los comentarios que nos podemos encontrar por ahí, sobre todo de los grupos más radicales, me pareció bastante buena. Nunca en México habíamos tenido tanta libertad de expresión —aunque esto en algún punto se volvió un libertinaje—. Es cierto que no se cumplieron todas las promesas de campaña, pero también hay que recordar cómo los otros poderes no le permitían mucho. Tal vez al final se le salió todo de las manos, pero afortunadamente no terminó en masacre y aunque hay muchas cosas qué reprocharle, tuvimos una estabilidad económica que muchos temíamos no se lograra.
Ahora con el presidente Calderón se tienen muy buenas ideas de frente, pero hay que recordar que nadie hace magia aquí y si seguimos con actitudes en contra del progreso, finalmente todo México perderá.