Tal y como dice Freddie —pero con una connotación mucho menos freak—, éste 2006 fue un año por el cual tengo mucho qué agradecer. Sobre todo a la vida y sus ironías, porque en el 2004, un año en el que no me fue de forma maravillosa y en el que me propuse la meta de hacer del 2005 un año provechoso, resultó un año más, con pocas glorias y muchos tragos amargos. Luego, acabando —igual, por éstas épocas de reflexión—, quedé sin expectativas del 2006, pensando que sería otro año más sin muchas glorias ni muchas alegrías, sin nada qué trascender, vamos.
Pero cómo es la vida de irónica, siendo que éste año se convirtió en uno de los mejores que he vivido; ya vivo en otro lugar, viajé, fui a conciertos y sobre todo, conocí mucha gente nueva y con otros que ya tenía amistad, pese a momentos difíciles, logramos reafirmarla.
Así que éste año, de forma casi inesperada se convirtió en uno de los mejores, posiblemente éste post es muy superficial —casi todo es material—, pero prefiero decírselo de frente a las personas que igualmente aportaron para forjar tan geniales 365 días. Y cómo no a ustedes, por dar motivación para seguir un año más de therror.
Ojalá todos hayan tenido un tan excelente 2006, pero si éste año les fue como mi 2005, no se desesperen; lo mejor viene cuando menos se espera.