Siempre he preferido las películas complejas, en las que hay que pensar y razonar para finalmente decir Aaaah! Por eso fue! Generalmente éste tipo de tramas encajan perfectamente en el género de terror psicológico —mi favorito—.
Confieso que hay días en los que termino muy cansado de las extenuantes actividades diarias y ver una película con las características comentadas líneas arriba, lejos de relajar, termina siendo todo un castigo. Además, la película se arruina.. en fin. Todo un desastre.
Por estos motivos es mejor ver películas de aventura, ligeras de digerir y sin mucha exigencia. La semana pasada fue el turno de Hidalgo (alias Océano de Fuego), una cinta de hace 2 años de la que había escuchado muy buenas recomendaciones.
Se supone que la historia está basada en la vida real. Un americano con descendencia india se aventura a asia para competir en una de las más grandes carreras de caballos alrededor del orbe; días de completo sol, trampas mortíferas y constantes intentos de sabotaje son sólo algunas de las barreras que Frank Hopkins y su mustango Hidalgo tendrán que sortear.
Lejos de sólo ser una película más, tiene una trama encantadora, una fluidez envidiable, el clásico sentido del humor y, sobre todo, un desenlace increíble.
Ampliamente recomendable, si tienen la oportunidad de verla, no lo piensen dos veces. No se arrepentirán.