Para los artistas talentosos que se encuentran marginados del mainstream tradicional, Internet se ha convertido en un importante canal de distribución de sus obras. Lo que hace un par de años parecía tonto, hoy es una realidad que nos conviene tanto a los que escuchamos como a los que realizan la música.
En esta ocasión Machinae Supremacy ha ganado fama y reconocimiento principalmente por dos factores. Primero, por su forma tan inusual de crear música; la combinación de metal con arreglos de sintetizador de Commodore le da un toque retro y geek, sonando un buen rock con ciertos sonidos de aquellos viejos videojuegos de primera generación. Y segundo, por distribuir libremente sus canciones.
Además la fama de estos suecos —y de cualquier otro grupo popular gracias a Internet— es bien merecida debido a que su popularidad depende en gran medida de la calidad; esto porque las disqueras aún no nos bombardean la web como lo han hecho con la TV y el radio, principalmente porque es más difícil aunado al modelo de la sabiduría de las masas, en el que la popularidad de un producto depende de su idea y no tanto del dinero que se le invierta.
Así que respiremos tranquilos. La web estará libre de esta manipulación al menos un par de años más. El siguiente paso soñado es que músicos del mainstream adopten este nuevo modelo que cada día funciona más. Un poco surrealista, pero todo empieza por un sueño. Recordemos que hace poco Pearl Jam ya dio el primer paso.
(Perpetrado de Demasiada Cafeína)