Así como los científicos, los filósofos también usan los experimentos para probar sus teorías, sólo que éstos no requieren de complicados laboratorios, técnicos vestidos de blanco o ratas. Éstos ocurren en la mente y comienzan con una simple pregunta que comienza “Qué pasaría sí…?”
Éstos difíciles experimentos ayudan a los filósofos a entender su entendimiento acerca de conductas éticas e intuiciones. Utilizan un dilema para analizar la respuesta más intuitiva y luego mostrar los resultados comparados con un problema del mundo real.
El artículo What If de la BBC Magazine —por favor NO lo lean, hasta que pongan un comentario, así las respuestas quedan más puras— me impactó lo suficiente como para que por mi cabeza rondara la idea de traducirlo y pedirle a los lectores de éste humilde weblog, qué harían en cada situación presentada.
A lo largo de los cuatro siguientes cuestionamientos acerca de la conducta ética de uno mismo cuando una vida —o varias— está en peligro y una decisión podría cambiar la suerte de éstas personas…. sacrificando algunas cosas.
Un día te despiertas en el hospital. En la cama de al lado se encuentra un violinista muy famoso mundialmente que está conectado a ti a través de varios tubos y máquinas.
Para tu horror, has descubierto que has sido raptado por la Asociación de la Apreciación Musical, que dándose cuenta de la inminente muerte del maestro te han conectado al violinista.
Si te quedas en la cama del hospita, conectado al violinista él será curado en nueve meses. Tú no sentirás ningún tipo de dolor. Nadie más puede salvarlo, tienes la obligación de mantenerte conectado?
Un pequeño vagón está continuando el sendero de vías sin control. En su camino hay cinco personas que serán asesinadas a menos que tú, un testigo, mueva un switch que cambiará el rumbo del vagón hacia otro rumbo, donde matará a una persona. Deberás mover el switch?
Un pequeño vagón descontrolado va por su camino donde terminará matando a cinco personas. Estás viendo desde un puente justo sobre las vías, esperando un desastre inminente. Decides que lo mejor es salvar a las vías y bloquear el vagón. Aunque morirás, cinco personas serán salvadas.
Justo antes del salto, te das cuenta de que eres demasiado ligero para detenerlo. A tu lado, un hombre gordo también está mirando, esperando el accidente justo en la orilla del filo del puente. Definitivamente bloquería el vagón, aunque moriría sin remedio del impacto. Un pequeño empujón y caerá justo encima de las vías de abajo. Nadie nunca se daría cuenta. Deberás empujarlo?
Una roca enorme cae y bloquea la salida de la cueva la cual tú y otros cinco turistas han estado explorando. Afortunadamente, ves un pequeño hoyo en la entrada y decides dejar al Gordo Pérez salir primero. Pero Pérez, un hombre que bien le hace honor a su apodo, se atora en el hoyo. No puede ser movido y no hay otra forma de salir.
La marea alta se acerca y si no haces algo para salir pronto, todo mundo con excepción de Pérez, que tiene su cabeza afuera, morirá ahogado. Buscando en una de las mochilas encuentras una barra de dinamita, que no moverá la roca, pero la explosión hará que Pérez se desatore. El hombre atorado, anticipándose a tus pensamientos, ruega por su vida. No quiere morir, pero tampoco quiere que tú y tus cuatro acompañantes tengan el mismo destino. Le darás ese pequeño empujón a Pérez?
Una variante del dilema del violinista, que de hecho tiene un cambio radical en la respuesta, es qué harías si tomaras el rol de una señora y en lugar de un violinista, su bebé. Si la primera respuesta fue “sí, me mantengo conectado”, porqué hay tantos abortos? En ambos casos, una persona podría mantener con vida a otra con tan sólo estar conectada nueve meses.
Por favor contesten con sinceridad.