Un día como hoy, pero de 1997 falleció quien desde mucho antes consideré una gran persona, pero un par de años después de éste lamentable suceso me di cuenta que es un gran modelo a seguir.
Manuel Soto Acosta fue mi abuelo paterno; una persona que demostró que la sabiduría no tiene nada qué ver con un posgrado, un título o tan siquiera saber leer y escribir; que las ideas más descabelladas que se le ocurrían a su nieto se pueden volver realidad con mucha imaginación; que hay que defender nuestras ideas con perseverancia, necedad o si se requiere, terquedad y que un día que se disfruta vale más que cien días en los que uno no hace lo que quiere, a pesar de que disfrutar a la larga nos traerá la muerte.
La verdad es que fueron muchas más lecciones, cada año intentaré ir contando un poco más de éstas, pero la idea fundamental es nunca olvidar a aquellos que nos han marcado en nuestras vidas.
Q.D.E.P.