Desde que Krinkels creó e hizo popular la serie de Madness, ninguna otra serie animada —en flash, por supuesto— ha podido establecer una saga tan poderosa como ésta última. Bunny Kill es la más cercana en conseguirlo y hace unos días han sacado la segunda parte de Bunny Kill 3 —que obviamente la primera no vi a tiempo—, el progreso es significativo y se perfila como un buen candidato para ser la nueva serie de violencia sin sentido.
La parte 2 es mucho más interesante y más detallada, por algo Mottis, el autor, se tardó poco menos de dos años en publicarla.
Habrá que ver si continuará con esta maravillosa serie, porque de no hacerlo sería un verdadero desperdicio de una buena idea.