Anoche, en medio del primer frío de la temporada, fue el inesperado concierto de Rata Blanca acá en mi rancho. El lugar a pesar de ser catalogado como naco, fue un muy buen escenario para disfrutar de la buena música de los argentinos.
El lugar, como lo mencioné, es una pista de baile donde suelen ir los rancheros, para lo cual en esta ocasión cerraron la mitad para la buena música, pero aún así se escuchaba en los ratos entre canción y canción, para lo cual va la siguiente anécdota, que en una de estas, Barilari pregunta qué es lo que se escucha al otro lado, ponen un poco de atención y Giardino se echa un riff característico del género. Momento humorístico, inigualable. Tan bueno fue, que no se escuchaba tan bien.
Ah, también había un señor con sombrero, al que Adrián le dijo gustarle su sombrero.
No, no. Una cosa fantástica. También tocaron Aeon y Mutum, ambos Nightwish-wannabe. Nada genial pero tienen mucho potencial.