Pese a su sencillez, Distopix utiliza muy bien múltiples de las características exclusivas de las versiones nuevas de Flash. Este es un juego diseñado para ser adictivo y retador base una tremenda sencillez: evitar que el cuadro azul sea golpeado por los demás objetos.
Para controlar el cuadro azul utilizamos las teclas direccionales. Así de sencillo podemos comenzar a disfrutar un juego sin curva de aprendizaje, pero que dejará a más de uno con ganas de seguir intentando llegar al final —si es que hay—.
Distopix es en mi opinión un genial ejemplo de una mecánica simple de juego, pero manteniendo el reto característico de los juegos viejos. Si alguien llega al final avisa, pues yo sencillamente no pude pasar de los 1,200 puntos.
(Perpetrado de Neatorama)