Es raro, pero si me preguntaran porqué lo hago, respondería que es por el placer de hacerlo.
Desgraciadamente, por muchas y muy diversas circunstancias, no se me ha hecho lo del nuevo diseño. Ni modo, ya son dos años con el mismo, pero está bien. Últimamente le he quitado un poco el polvo y he añadido un par de cosas. Espero igual sea temporal y para inicios del siguiente año ya tenga una nueva imagen, que es una forma con la que me gusta cerrar y abrir ciclos, probar nuevas cosas y como un factor de diferenciación de lo que he considerado mi espacio de recreo, pero que desde hace mucho tiempo ya no es mío, sino nuestro.
Claro que estos últimos doce meses han sido difíciles; en enero estuvo el blog caído una semana, luego un par de meses sin comentarios, después sin sidebar y ni hablar del menu que parece estar de adorno, pero ya no le sigo porque me pongo a llorar.
Pero qué cosas en esta vida carecen de momentos difíciles? Sobretodo si son buenas. Se ha ido y ha llegado gente, comentan para aportar y otros para hacernos perder fe en la humanidad. Es así Internet, pero muy sobretodas las cosas, hay gente buena. Las satisfacciones de estos siete años están muy por encima de las amarguras, claro que últimamente me da nostalgia ver posts viejos con diez o más comentarios, consistentemente, pero supongo tampoco es posible mantener una base con tantas cosas como las que pasaron este último año, con especial énfasis al tiempo que dejé de dedicarle por un trabajo que no valía la pena.
Creo que ya me extendí mucho y aún no he mencionado el aspecto central de esto, pero muchas gracias. Sin duda Internet es una fantástica herramienta para democratizar la información y permitir que gente común y corriente como su servidor escriba un par de líneas cada cierto tiempo y sea leído por miles de personas alrededor del mundo. Internet lo permite, pero es la gente la que lo logra.
Gracias de nuevo, gracias por todo.
Qué dicen, vamos por otros siete?