Destaco que nunca fui el alumno que destacara en cada plano, mucho menos me becaron para irme a Sudáfrica, pero en defensa propia soy un muy buen autodidacta y a lo largo de mi vida estudiantil, pocas veces tuve sobresaltos. A continuación, mi estrategia en seis puntos.
No todas las materias son iguales, la comprensión tampoco puede serlo. Es bastante común no haber asistido o haberlo hecho pero ausentemente —saben a lo que me refieron— a la clase de historia y la noche anterior al examen, estudiar para vomitarlo el día siguiente y pasarlo. Pero les apuesto a que esto no podría suceder con física o matemáticas. Porqué?
La clave está en el tipo de aprendizaje. Las ciencias exactas requieren un avance estructurado, escalonado y progresivo. Es como ir al gimnasio, si pretendemos estar en mejor forma, comenzaremos con una rutina sencilla para luego pasarnos al siguiente peldaño. Comenzar más arriba de lo que podemos no funciona, al igual que quedarnos en donde empezamos o avanzar muy lentamente. El cerebro es un músculo y de igual forma hay que aprender a ejercitarlo. Por más que lo deseemos, no se le podrá enseñar a un niño a sumar y multiplicar en un mismo mes. La absorción del concepto más sencillo requiere ser absoluta para pasarse al siguiente nivel, por eso una suma ya no la tenemos que razonar tan fuertemente como lo hacíamos en un principio.
Por el contrario, una lección de historia o cualquier materia que no requiera este tipo de ejercicios es probable aprobarla sin haber puesto la atención requerida. En resumen, si la materia a estudiar es matemáticas, física, química o derivados y tienen una noche para aprender lo que no aprovecharon en clase, las probabilidades juegan muy en su contra.
Para muchas personas, tomar notas es el único modo de aprender. Ya sea porque además de estar escuchando, el cerebro también tiene que hacer un esfuerzo extra para imprimirlo en el papel o como un ‘seguro de vida’ al que pueden acudir para cuando la memoria les falla.
Me parece innecesario. En la mayoría de las materias, ni siquiera sacaba el cuaderno. Me sentaba y escuchaba, si tenía algo interesante qué complementar, lo hacía. Tratar de involucrarse en el tema es la mejor forma de aprender, además de que pasa más rápido el tiempo.
Claro que no funciona en cualquier materia. En probabilidad sucedía algo que en años no había pasado; tenía el cuaderno más completo de mi vida, incluso tuve que comprar dos. El que llené primero pesaba como el triple. Es una ciencia exacta y no hay forma de escribir sólo lo necesario. Para todo lo demás, lo hay. Prueben, encuéntrenlo y escriban listas con frases. Si olvidan detalles para eso está Google.
Este es un tip común, pero no por eso deja de ser útil. Estudios han demostrado que el subconciente sigue trabajando en algo que su contraparte conciente estuvo enfocado. Funciona mejor cuando se vuelve parte de un ejercicio y no de una ocasión aislada. Estudiar una o dos horas por la noche, por tres o más veces incrementa dramáticamente el aprendizaje.
Desafortunadamente no siempre podemos tener profesores tanto apasionados como buenos didactas. El mejor profesor de matemáticas que he tenido utilizaba una técnica de aprendizaje muy bien estructurada, además de ser bastante obvia. Las tareas eran a diario e iban aumentando su dificultad. Resultaba incluso entretenido.
Si son problemas, pídele a alguien que te junte algunos pocos, subiendo gradualemente la dificultad, intenta hacelros y revisa qué tan bien te hubiera ido. Si lo que requieres es memorización, divide en bloques lo que necesites memorizar, apréndete uno, luego otro, después otro y prueba qué tan bien te los aprendiste. Tratar de memorizar todo al mismo tiempo sería un error.
Pregúntale al profesor, honesta y respetuosamente, cuando la respuesta no sea tan obvia, para qué sirve? Si comprendemos el concepto fundamental, la utilidad de lo que intentamos aprender, estaremos pensando en otro nivel. Ya podremos involucrarnos en el problema. Recuerden cuando aprendieron a sumar o multiplicar. El concepto fundamental de sumar muchos ya lo sabíamos, el problema llegó cuando nos lo ponen en papel. Cuanto más visual sea el problema, menor será el grado de abstracción que debemos tener y más enfocados estaremos en darle solución.
Hace unos meses estaba leyendo para qué sirven las integrales y diferenciales. Si alguien me las hubiera explicado así, seguro habría sacado mayores calificaciones.
Cuando todo lo demás falla es momento de usar la fuerza bruta. Si tu examen requiere únicamente memorización, el resto de las técnicas pierden su utilidad en un buen porcentaje. Es hora de aprender a memorizar.
Tomen una hoja en blanco y sigan las instrucciones, no lean más de una vez.
Supongamos que tenemos varias listas de conceptos que aprendernos, entre una de estas está:
Ambiente de Tarea
Cuentan con cinco minutos para aprendérsela. Qué hacer? Tenemos que comprender que el cerebro humano no está preparado para digerir tantos conceptos en poco tiempo. Lo que necesitamos hacer es refinar el concepto que queremos aprendernos. Para esto, los acrónimos son perfectos, no es exactamente lo mismo, pero el proceso de memorización es mucho más rápido. En este caso, busquemos y creamos abreviaturas. La más obvia sería CCPSMR, usando la inicial de cada elemento de la lista. Desafortunadamente al no tener vocales, no podemos crear una palabra que tenga sentido y aunque no es tan difícil aprendernos CCPSMR, se puede lograr mejor.
Tratemos de crear dos acrónimos de esta lista. RPM y CCS serían perfectos. El primero pueden aprendérselo por las mismas siglas de revoluciones por minuto, el segundo no tiene sentido, pero son dos letras. La primera se repite una vez, así que con aprendernos CS y recordar la repetición, ya tenemos la fórmula de la memorización. Falta desglosarla y aquí usamos la técnica de memorización de siempre, leer cada uno de los conceptos una y otra vez. Hagan exclusivamente eso por un minuto.
Ahora quiten la lista, que no sea visible para ustedes y tomen una hoja en blanco. Escriban las palabras clave (los acrónimos) y comiencen a recordar, por cada inicial, el concepto que le corresponde.
Les apuesto unas cervezas a que si hicieron el ejercicio paso a paso, pudieron haber recordado al menos cuatro conceptos. En un par de minutos!
Les hago una segunda apuesta. Doble o nada a que después de unas horas, traten de escribir todos los conceptos de nuevo, recordarán los acrónimos y no tendrán menos de tres correctos.
Resulta que el cerebro es muy poderoso, pero no funciona de la manera en la que deseamos que lo hiciese. En lugar de meter todos los conceptos, tenemos que agruparlos y lograr que se escalonen. Que una cosa nos lleve a la otra.
Prueba final: Tomen una hoja de papel. Tienen 30 segundos para recordar y escribir todo tipo de comida que sea blanca. Cuando terminen, seleccionen el texto a continuación para las siguientes instrucciones.
Ahora recuerden y escriban todo tipo de comida blanca en el refrigerador en 30 segundos.
Con cuál tuvieron mejores resultados? Les apuesto a que con la segunda. El cerebro clasifica y agrupa la información. Este último ejercicio lo leí en Made To Stick.
Concluyendo, espero puedan aplicar estas técnicas y les funcionen. Todas y cada una son parte de vivencias personales y la última me la ‘inventé’ yo mismo. Espero haya quedado claro y puedan sacarle bastante provecho.
Si alguien tiene más tips, compártanlos en los comentarios y con gusto los pondré a prueba.
P.S. Ya están los finalistas de Project 10^100 Sin mentir, ninguno me llenó el ojo. Todos son muy nobles y útiles, pero ninguna cambiará radicalmente la vida de los beneficiados.
No Te Mates Estudiando, Aprende a Estudiar Eficientemente fue escrito por fael el día jueves 1 de octubre de 2009 a las 3:29 p. m.
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