Continuando mi maratón de películas que no vi desde que comencé a trabajar, ahora me puse al día con Saw V, a poco menos dos meses de salir la sexta parte de la saga, aunque he de recalcarlo, sin tantas ganas y más bien con el morbo similar al de Lost, que después de haberle dedicado tanto tiempo ya lo mínimo que merezco saber en qué termina —aunque Lost fue mejorando en la más reciente temporada—.
De Saw V, en este aspecto, no esperaba mucho.
La serie defintiivamente va de más a menos. La primera fue genial por su aspecto y origen indie, la dos fue una buena secuela y la tercera en lo que a mi me consta, es bastante sorprendente. Luego la cuarta ya es un poco tediosa.
La quinta entrega no traiciona la esencia, pero se apoya de una fórmula que cada vez se ve más degradada. Incluso las sorpresas, clave de los finales de las series, se empiezan a opacar; en general la trama es bastante predecible.
Posiblemente lo único que se podría rescatar de esta película es la cosa pendiente que dejan para la sexta. Fuera de eso, Saw V en general es bastante mediocre.