Si alguna vez has perdido una actividad provechosa por estar jugando algún videojuego, según estadísticas recientes, es 98.74% seguro que tus papás te hayan regañado y mencionado que jugando nunca llegarás a ningún lado.
Mientras que día con día hay muchos más contraargumentos ya que hay muchos chavos que se ganan la vida siendo deportistas virtuales y cada vez son más, independientemente de si es lo mejor para sus vidas, es un hecho que están siendo productivos. Pero la historia que me topé hace unas semanas y que les quiero compartir en este post no es sólo una guía, es toda una inspiración.

Esta es una historia de dos hermanos y StarCraft. Nick y Sean Plott —nacidos en el ‘84 y ‘86 respectivamente— comenzaron a jugar StarCraft desde los primeros días y el espíritu de mutua competencia los llevó a soñar en convertirse en los mejores del mundo. Suena a una película churrera que sale en los domingos, pero en el 2004 fue Sean el que primero tuvo la oportunidad, quedando en segundo lugar en el World Cyber Games USA de ese año. Sabiendo que podían llegar lejos, ambos empezaron a entrenar más y calificaron para ir a Singapur y enfrentar a los mejores jugadores de StarCraft del mundo.
Con un apoyo casi extra-paternal, su mamá los llevó a aquel país donde el destino los aguardaba. En la primera ronda eliminatoria, Nick enfrentaría a Sean. Sean fue el ganador y Nick quedó fuera. Sin nada qué hacer, se acercó al staff norteamericano que estaba transmitiendo el evento, porque veía que el comentarista no estaba haciendo un trabajo decente. Tras insistir mucho, Nick pudo tener su oportunidad de comentar e hizo tan buen trabajo que le ofrecieron quedarse.

Sean no llegó muy lejos en ese torneo, pero siguió intentándolo, llegando a conquistar los primeros lugares en torneos nacionales en Estados Unidos. Nick “Tasteless” Plott invitó a su amigo de toda la vida, conocido como Artosis a comentar en aquel extraño país. Sean “Day[9]” Plott tiene actualmente un show diario en blip.tv que es visto por un par de miles espectadores en vivo y centenas de miles posteriormente.

Con caminos diferentes, Tasteless está viviendo su sueño, le pagan por lo que le gusta hacer y lo disfruta ampliamente. Day[9] aún está de este lado del charco, pero con su increíble influencia es invitado constantemente a eventos especiales para comentar estos juegos.

Es el mismo Day[9] el que cuenta esta genial historia en uno de sus dailies. Es verdaderamente inspirador y no sólo eso, también muy emocional, se los recomiendo ampliamente.