Todo parece tan lejano, tan aislado de nosotros. Para los que no vivimos en zona sísmica, nos es inclusive. Tenemos otros problemas. Es precisamente esta actitud la que no ayuda, la que nos vuelve más individualistas y menos seres humanos. Las fotos me han conmovido, la ayuda que viene de todos lados, incluso con cifras enormes. Tenía que olvidarme de mis problemas económicos y empezar a preocuparme por las cosas que sufren los demás, que no tienen un signo de pesos o dólares encima.
Les invito a ser parte de este movimiento. A cambiar anónimamente la vida de un hermano que no conocemos, pero que lo necesita hoy más que nunca.
No tiene que ser una cantidad muy grande. $5, $10, $20 dólares ayudan igual. A pesar de nuestro avance tecnológico, el clima es un factor indomable aún, pero tenemos el poder de minimizar el impacto, reconstruir, esperar a que cicatricen las heridas y seguir con la misma alegría de siempre.
Donen por favor. Gracias.