El Tri regresa a casa… sin hacer historia
Para que la Selección Mexicana haga historia en una Copa del Mundo realizada en tierra ajena habrá que esperar otros cuatro años más. Porque al menos en Sudáfrica 2010 el Tri simplemente escribió un capítulo más del cuento que parece nunca acabar, ser eliminado en los Octavos de Final.
El antagonista fue el mismo que hace cuatro años, Argentina, que a diferencia de Alemania 2006, ahora aprovechó a la perfección los errores mexicanos así como los arbitrales, y sacó ventaja de forma impecable de las virtudes propias; las individualidades que lo llevaron a derrotar al Tricolor 3-0.
Si en el Mundial anterior México quedó eliminado con un asombroso gol de Maxi Rodríguez en tiempos extras, ahora lo hizo con dos asombrosos errores, el del árbitro italiano Roberto Rosetti y el del defensa mexicano Ricardo Osorio, mismo jugador que por cierto erró hace cinco años el tiro penal en las Semifinales de la Copa Confederaciones, justamente ante Argentina.
El representativo mexicano se regresa a casa con una maleta de alegrías prácticamente vacía, con un sólo partido ganado de cuatro disputados y únicamente con cuatro goles anotados. Pero eso sí, con los tragos amargos de haber tenido cuatro directores técnicos en el mismo número de años, uno de ellos por cierto, Hugo Sánchez, quien miró desde la tribuna de prensa la eliminación de la Selección Mexicana.
Decepción. Como cada 4 años. Como el mundial pasado. Fue un domingo, fue de Junio, pero fue 24, no 27. No fue un gol la diferencia, fueron una tercia, incluyendo un golazo, como la última vez. Yo creo que retrocedimos en lugar de avanzar.
Claro, nos acuchillaron, casi como a Inglaterra, sólo que nadie sa había dado cuenta del error hasta la repetición. El árbitro claro que podía haber anulado el gol, pero reglamentariamente, lo marcado, marcado está. El futbol es un juego en el que el factor humano sigue siendo un factor importante. Hoy jugó contra México, tristemente. Luego, la debacle, otro error, ahora propiciado por el mismo futbol y se acaban las esperanzas.
México jugó, dominó y preocupó a los argentinos 25 minutos. Puso una en el poste y otra muy cerca, pero no iba a ser suficiente. Esta vez no fue un golazo la diferencia, fue un error arbitral, otro de un jugador y un golazo.
En los próximos meses habrán muchos culpables. Javier Aguirre, de héroe hace poco menos de un año, ahora nadie lo entiende sus experimentos. No hubo una alineación consistente y congruente. Comenzando con el portero, que sea dicho del paso, el conejo no fue factor, luego darle la confianza al Guille que no había respondido en mucho tiempo, Vela, no meter a Guardado y ahora fue el colmo, ante el aclamo popular de sacar a Franco, mete a Bautista. De mal en peor. Y claro, este último estuvo desaparecido, como en todos los partidos con la verde.
Lástima porque perdimos y otra vez, contra Argentina. No sólo no se dio la revancha, sino nos dieron más fuerte que la vez pasada. Pero siento mucha más decepción de que no parece que se pueda sacar una lección de todo esto. El Vasco se irá a Europa y a ver quién tomará las riendas ahora, y quién sabe si pueda terminar el proceso.
Hoy la esperanza decía “ahora el golazo será nuestro”, qué sigue de hoy en adelante, “ahora el error arbitral será a nuestro favor”?
Ni modo. C’est la vie.