El diablo se colgó la décima estrella
El premio a la excelencia, al buen futbol, equilibrado y certero que por años José Manuel de la Torre le impregnó al Toluca, se logró cuando el Diablo entró a la gloria para cargar la décima corona en su historia.
En el recuerdo quedará el equipo que comenzó a marcar época, que pronto se proclamó como el mejor de los torneos cortos, como el más ganador. Sinha, Romagnoli, Talavera, Mancilla, Dueñas, Hernán que volverá, dejarán sus nombres en la inmensidad que la pasión del futbol genera. Nadie olvidará al equipo de José Manuel de la Torre, porque el cuadro mexiquense se ganó un nombre y un lugar, porque el Diablo se codea sólo con la brillantez de los grandes.
La corona, la décima en su historia, es sólo la recompensa a la entrega y la pasión de un equipo que supo manejar los tiempos, que se codeó con la suerte, pero que respondió con entrega, trabajo y seguridad, para hacerse Campeón en la etapa de muerte súbita.
Por si cabía duda aún. Toluca es uno de los grandes del futbol mexicano. Lo ha demostrado siendo el equipo más ganador en torneos cortos y en su increíble consistencia grupal. No importa quién se vaya, se lesione o llegue, los rojos rara vez se caen y sus rachas no duran mucho.
Ayer, por un lado estaba un equipo acostumbrado a ganar, de las formas más contundentes o más increíbles, pero finalmente las coronas terminan cayendo más seguido que las que pierden. Y el rival, un equipo que se ha consagrado de unos años para atrás, de pasar estar casi descendido a ganar un campeonato, pero dirigidos por Rubén Omar Romano, un tipo que ha tenido rachas muy malas y nunca ha ganado una final.
El partido no pudo estar más a favor de Santos, pero nunca pudieron concretar. Por merecimientos, los de la comarca merecían llevarse el campeonato a casa, pero esto no es de merecimientos. Por distintas circunstancias, destacando las del portero, llegaron a penales y raro, Oswaldo Sánchez, que nunca ha sido un gran atajador, tapó dos penales, llegando a estar la serie 3-1 a favor de Santos. Sólo un milagro para los rojos podría salvarlos; Santos tenía que fallar 2 penales consecutivos y Toluca acertar en las mismas ocasiones. Y no sólo pasó esto, sino que fueron 3 fallados y 3 anotados por los rojos, volteando una de las situaciones más extremas que he visto en el futbol.
Pobre Romano, de verdad no cuaja una. Ya antes había prometido dejar de fumar si conseguía el campeonato, esta vez no sé con cuántas ganas lo deseó, pero como bien dicen: cuando no te toca, aunque te pongas; cuando te toca, aunque te quites. El sábado veíamos a un tipo ganador cortar una racha de un equipo perdedor. Lo de ayer fue totalmente lo contrario.
Felicidades campeón, el triunfo es totalmente merecido. Y aunque acepto que el Chepo a pocos años de ser entrenador ya es un histórico, aún está verde para la Selección. Además, lo justo es que al Vasco, por fin, le den un ciclo completo.