Existe una película independiente, underground y del 2003 que se llama The Room (el trailer). Algo que comenzó como un proyecto de una semana por el creador de Newgrounds, Tom Fulp, se salió de control, según sus propias palabras y probablemente no sólo duró más, sino que se involucró a al menos otros tres artistas para la música, los efectos de sonido y los gráficos, además de Tom Fulp como el programador. A grandes razgos así nació The Room Tribute.
Para jugar, sólo se necesita el mouse. Con los clicks de nuestro ratón controlamos a Johnny, un tipo que fuera de su look de maniaco y rockero ochentero, es un tipo muy dulce. Vive con su novia con quien ya tiene planes de casarse, pero las cosas no suelen ser tan fáciles.
The Room Tribute es un point and click, género que en lo personal no me gusta, debido a que muy pocas veces tiene sentido, pero en esta caso lo tiene. Los objetivos son claros y precisos, aunque hay una parte en la que sí me atoré. Probablemente ustedes también lo hagan, en los comentarios del autor, vienen un par de tips.
El juego se divide en días y es bastante largo, de aproximadamente una hora de duración en total. Está muy bien hecho, probablemente muy apegado a la película, incluso con minijuegos y retos adicionales que acompañan bien algunas escenas.
El pixel art es perfecto, la música también, el ritmo del juego no se diga y el final es bueno, aunque un poco complicado para los que no hemos visto la película. No sé qué tan leal sea, pero investigando un poco, la cinta no es de esas de época ni de culto; es tan sólo una película mediocre independiente más, lo que le da un valor agregado al juego, ya que no resulta tan pesado.
Indiscutiblemente no es el juego del año ni mucho menos (en Newgrounds llegó al #3 de la semana). Sin embargo, The Room Tribute es interesante cómo un medio interactivo le puede dar otra cara a una película que pasó sin luz ni sombra.
(Perpetrado de waxy)