De Kevin McGrath y con música de shadow6nothing9, somos transportados a un mundo terrible en el que la única persona que habita y, al parecer, nos importa, no quiere o puede vernos.
Con esta premisa, Grey nos pone rápidamente en los pies de un personaje triste y solitario que tiene un problema.
Sólo las flechas direccionales son suficientes para controlar al personaje. Con el fin de no spoilear —y además de que es una experiencia muy breve—, Grey tiene tres muy interesantes fortalezas en el esquema de diseño de juegos; primero, crea una empatía mostrándonos el problema que tiene el personaje y nos pone al mando de este; segundo, nos da instrucciones, que aunque aparentarían ser muy pocas, son suficientes para invitarnos a la exploración y, tercero, el sentimiento de progreso.
Definitivamente las gráficas no son malas, pero no es su punto fuerte, que en la música se compensa todo, pues da un aire de melancolía y tristeza, pero también mezclado con ciertas emociones positivas. El gameplay es muy sencillo y la experiencia total está muy abierta a las interpretaciones propias, pero Grey termina siendo un ejemplo de un fantástico juego experimental.
(Perpetrado de Jay Is Games)