Atacan casino en NL; 53 muertos
El incendio provocado por un grupo armado en las instalaciones del centro de apuestas Casino Royale provocó la muerte por asfixia y quemaduras de 53 personas y dejó otras 10 lesionadas, en lo que se considera el peor ataque contra civiles por parte del crimen organizado, en este sexenio. Alrededor de las 15:45 horas, al menos seis sujetos con cubrebocas industriales irrumpieron en el sitio ordenando a gritos que todos abandonaran el sitio porque lo quemarían. Los agresores, quienes además de portar armas largas, llevaban bidones con gasolina que vertieron en el lugar y le prendieron fuego.
Normalmente me abstengo de comentar acontecimientos tan negativos. La razón es sencilla: todos sabemos lo que pasa en México. Mi objetivo con el blog es entretener y distraer por un par de minutos de la rutina, y en los recientes años, de lo jodido que está nuestro país.
Pero lo que sucedió el viernes pasado en el Casino Royale en Monterrey es algo que cambiará a nuestro país por siempre. Han habido enfrentamientos entre grupos criminales y policía, han habido muertos civiles, personas que desafortunadamente estaban en el lugar y hora incorrectos.
Sin embargo, de eso a terrorismo hay una gran diferencia. Y siendo realistas, dudo que sea el último.
Felipe Calderón nos ha decepcionado a todos. Muchos votamos por él por temor de que López Obrador mandara el país al carajo. Cinco años después, volteemos a ver a nuestro México. Esto pasa por elegir en función de nuestros miedos.
Estoy a favor de atacar directamente al crimen organizado. Perfecto. Con lo que no estoy de acuerdo es con la estrategia; Calderón está luchando dos guerras, una contra el narcotráfico y otra contra la corrupción.
Si el plan hubiera sido estudiado cautelosamente, a leguas se habrían dado cuenta que el mal de nuestro país, el que permite todas estas atrocidades, del que todos hemos sido parte es la corrupción.
Me da una pena muy grande ver a un pueblo despreocupado por todo. Y hablo desde las cuestiones que aparentemente serían las más insignificantes; tiramos basura en la calle, nos estacionamos de forma incorrecta, nos pasamos altos y semáforos, los lugares para personas con discapacidad rara vez son ocupados por vehículos acreditados. Y muchos más. Ustedes mismos los han visto, estoy seguro.
La lucha que se debió haber empezado debió haber sido una en contra de nosotros mismos, de nuestra cultura de la irresponsabilidad, auspiciada por la impunidad y la corrupción.
No existen mecanismos para premiar a los buenos ciudadanos y castigar a los malos. Los que tratamos de hacer un poco mejor las cosas siempre tenemos repercusiones mayores cuando nos brincamos un poco la raya que aquellos que no conocen otro modo de hacer las cosas que la manera chueca. Evidentemente no tiene caso ser el buen ciudadano. Y sin embargo, los hay. Y los aplaudo y los congratulo. Qué huevos tienen de estar en contra de la corriente.
La guerra contra el narco —como lo he dicho muchas veces— me parece tiempo perdido. Décadas adelante recordaremos estos tiempos de terror, que finalmente no sirvieron para nada pues al igual que el alcohol, poco a poco se fue legalizando. Y vimos que no era para tanto; pues quienes la consumen, usualmente lo hacen con responsabilidad.
Y sin embargo, si el plan hubiera sido ese desde un momento y en función de la escasez de resultados, yo creo que se tendrían que agotar las opciones: desde decriminalizarlo hasta aplicar la pena de muerte. Esto hace Singapúr.
Pero sí, definitivamente la lucha es en contra de nosotros mismos.
P.S. Vaya semanita! Balaceras, decapitados, terrorismo. México ha sido trastocado.