Ayer Microsoft presentaba el primer avance de Windows 8. Hubo mucha especulación en las semanas pasadas y finalmente desde Redmond, nos dan una idea de lo que podemos esperar en el futuro después de un producto tan bien recibido como Windows 7.
En primera instancia, no sabía qué pensar. Vaya, el sistema operativo parecía haberse convertido en una aplicación de touch, desapareciendo todo lo que hasta hoy habíamos conocido. Bonito, pero en un plano real, no creo que sea muy funcional, con excepción a tabletas y dispositivos móviles.
Luego, ya para el final se muestra la interfaz que conocemos de Windows 7.
Aunque es muy temprano para opinar, creo que este intento de Microsoft puede caer en un gimmick innecesario. El touch es lo in, pero en un plano real es terrible para la productividad. El teclado y el mouse, por anticuados que parezcan —o que nos hagan parecer— persistirán por muchos años más.
Curioso, estos días instalé Ubuntu 11.04 que implementa su nueva interfaz Unity, que me frustró en sobre medida y me desconfiguró mi bonito cubo de Compiz y algunos efectos adicionales que me quitaron mucho tiempo intentando ponerlo. Lo bueno es que la solución era más sencilla —es posible volver a Ubuntu clásico—, pero es evidente que necesitamos una interfaz nueva.
Esto último es un problema muy interesante. OSX comenzó a prescindir de la barra de tareas con su dock, que aunque muy bonito, no es tan funcional como uno quisiera. Luego, fue Microsoft que cambió su concepto de barra de tareas radicalmente con Windows 7, misma que no provee suficiente flexibilidad, las integraciones las hace mal —las tabs en IE las toma como ventanas y no hay forma de desactivarlo!— y es fácil sobresaturarlo. Finalmente Ubuntu hace lo propio con Unity y, he de decir, no me convence.
Como digo, es un interesante problema y no habrá solución pronto porque nunca lo habíamos tenido. Las interfaces actuales son nuevas iteraciones de una solución muy vieja, de cuando no podíamos abrir más de un par de aplicaciones y no teníamos la web y las infinitas posibilidades de comunicación. Creo que la solución va por una inspirada en Google: barra de búsqueda para todo. Llevo algunos años usando Launchy, mismo que ha eliminado la necesidad de menúes, iconos y accesos directos.
Volviendo a Windows 8, la propuesta me parece interesante, pero está demasiado enfocada a dispositivos táctiles, aunque en repetidas ocasiones dicen que no. Creo que Microsoft debe dedicarle más tiempo a la forma en la que utilizamos nuestros escritorios y la posibilidad de ampliarlos. Y no hablo de una copia de Spaces, sino de una experiencia más enfocada al cubo de Compiz, que, si me lo preguntan, es de las mejores cosas que tendría un sistema operativo moderno.
(Perpetrado de Hacker News)