Me ha cambiado la vida. En serio. Hace 10 años, Internet me ayudó con mis primeros pasos en programación, me ha dado la oportunidad de expresar sin censura lo que pienso y creo durante casi 9 años, he conocido gente muy interesante, creativa, inteligente, emprendedora, jóvenes y viejos, mexicanos y extranjeros. Me ha dado entretenimiento sin condiciones; a la hora que yo quiero, en el lugar que lo desee. Ha sido la plataforma para mi negocio y un playground para muchos otros proyectos. Indirectamente me dio un trabajo muy interesante y me ha quitado el peso de otros pasados —aunque al final todo salió mal—. Me ha dado mis 15 minutos de fama, ha permitido ampliar mi cultura y viajar a lugares desconocidos. Me ha hecho reír y me ha hecho llorar, me ha ahorrado tiempo y me lo ha quitado. Hoy Internet empezó a enseñarme estadística otra vez.
Y si vemos un poco hacia adelante, probablemente me permita tener un trabajo sin importar la zona horaria en la que me encuentre, me de la oportunidad de tener una startup y de poner un poco para mejorar el mundo.
Me siento verdaderamente afortunado. No me ha dado fortunas ni reinos, pero me ha enriquecido enormemente. Espero estar retribuyendo un poco lo mucho que he recibido.
Por otro lado, hoy me di cuenta que la Asociación Mexicana de Internet montó un sitio en conmemoración al Día de Internet. La ironía recae en que el sitio parece haber sido hecho en el 2000 y recopila las peores prácticas de la web moderna, entre ellas, el uso de tablas, de Flash, de cómo evitar que los buscadores encuentren el 50% del texto del sitio y de ser “optimizado” para un navegador.
Creo que no hay que engancharnos. No sé si la dichosa sea un organismo de gobierno o algo así, pero casi estoy seguro que representa a los “grandes” —de tamaño, no de grandeza— jugadores de “Internet de México”. Entiéndase por Telmex, Televisa, Banamex, que representan simplemente lo peor de Internet, no a nosotros.
Tratémoslos como lo que son: trolls. No los alimentemos y esperemos a que en 5 años empiecen a hablar de estándares web y en 10 años se asombren con el fenómeno de las startups como “the next big thing”.
Hagámosle de la misma forma en la que proyectos como iWiks no representan el actual entorno del emprendimiento en Internet en nuestro país.