Me gusta creer que pienso como un googler. Y no por ser un genio —eso hay que demostrarlo—, sino por la forma en la que poco a poco me he estado mudando a la nube. Entendí ventajas y desventajas de usar Google Docs y dejar por la paz a Office hace ya algunos años atrás, mi colección de MP3 está arrumbada por servicios de streaming, primero Spotify —del que me da risa que algunos apenas están descubriéndolo— y posteriormente con Grooveshark, tengo mis juegos en Steam y recientemente empecé a trabajar con Mercurial y BitBucket. Si leen In The Plex, comprenderán que así trabajan en Google.
Esta empresa entendió que entre más se utilice Internet, más ganarán ellos — de ahí el porqué de cientos de servicios gratuitos. Uno de sus últimos planes maestros fue precisamente Chrome, un esfuerzo para hacer más rápido los procesos de la web y que dejando en ridículo a la competencia, eventualmente harían motores más ágiles, lo que le permitiría a Google hacer aplicaciones más complejas y robustas.
Chrome OS aprovechas todas las ventajas de la nube, pero no ataca las desventajas. Hay ciertas cosas que se tienen que hacer con software instalado en el sistema operativo y esta es una gran limitante, aunque posiblemente no por mucho tiempo.
Gracias a una extensión de Chrome, conecté mi laptop (con Windows 7) a mi PC de escritorio (con Windows XP), que es precisamente lo que se muestra en la imagen, abriendo un sitio al azar en Firefox. Mientras que este tipo de tecnología no es novedosa —mucho menos para el sistema operativo de Microsoft—, se está realizando desde un navegador y, posiblemente, lo más importante, es compatible con todas las plataformas que puedan instalar Chrome. De hecho la idea original era mostrar cómo me conectaba a mi PC de escritorio desde mi recién instalado Fedora —pero soy muy n00b y no pude instalarlo..—, lo cual es enorme en potencial.
Chrome Remote Desktop pesa 20 megabytes, que para ser una extensión es muchísimo y además está en la ya clásica fase beta, por lo que tiene múltiples limitaciones como el hecho de que los atajos del teclado no son reconocidos en la PC remota y no se pueden copiar o pegar archivos, texto tampoco.
Por otro lado, el proceso es muy sencillo: la extensión se instala, se dan permisos, seleccionamos si queremos compartir o conectarnos y se pasa un código de 12 números al equipo que quiere realizar la conexión y eso es todo. Incluso pude ver un video y jugar un poco The Binding Of Isaac apenas con pequeños problemas de sincronización.
Yo no sé qué tipo de magia negra tengan esos 20 megabytes, pero hay enorme potencial; desde conectarnos a una computadora propia, utilizar Chrome OS y conectarnos a una computadora del trabajo para realizar las actividades que no están en la nube hasta hacerle competencia a OnLive con un montón de PCs de alto rendimiento con los juegos —o aplicaciones— más exigentes y cobrar la conexión como servicio.
(Perpetrado de Hacker News)
Conexión A Escritorios Remotos Desde Chrome fue escrito por fael el día sábado 8 de octubre de 2011 a las 9:05 p. m.
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