Probablemente la lista del peor software creado por Microsoft incluya Windows ME, Vista, la suite de Office, MSN Messenger, Internet Explorer, Windows Media Player. Sin embargo, aunque daban una mala experiencia y muchos sufrían de una acelerada transición a bloatware, creo que Paint, en general, es no sólo de los peores productos en cuanto a calidad, también a funcionalidad.
Paint hasta hace relativamente poco seguía exportando a BMP —un formato tan pesado que una vez hace muchos años, un dibujo ocupó prácticamente todo mi disco duro—, tiene límite de 3 undo, no tiene layers ni soporte a antialias, las herramientas son limitadas en cantidad y poco flexibles e irónicamente, me parece que sería del poco software que se vería beneficiado con un poco de bloatware.
Y sin embargo, hemos visto verdaderas obras de arte. Este tipo de limitaciones nos obligan a enfocarnos, a sacarle todo el potencial y a quitarnos paradigmas. Es increíble lo que lograron los músicos de la época de los videojuegos 8-bits con los sintetizadores. Imagínense en sus zapatos: un músico medianamente reconocido que es invitado a trabajar con una tecnología que ni de cerca se asemeja al sonido de los instrumentos musicales con los que están acostumbrados a trabajar. Y no sólo lo lograron, sino que han creado música que fácilmente persistirá este Siglo.
Khan Academy está cambiando el mundo. Está logrando que los niños quieran aprender por su cuenta —adelantándoles lecciones de matemáticas que no aprenderían normalmente hasta dentro de algunos años—, ha ayudado a estudiantes a pasar sus examenes y aprender lo que el maestro no les pudo transmitir y a miles como yo, que sencillamente queríamos recordar y enseñarnos un poco más de un tema que no fue bien entendido en clase. Además, con la llegada de John Resig —niño genio creador de jQuery—, Khan Academy ha dejado de ser un tipo de educación de read only para convertirse en un sistema completo, mediante la implementación un sistema de tests —que además es open source!—, calificaciones y medallas.
La lección es clara y contundente: las herramientas son sólo ayudas, lo que importa es qué se hacen con ellas, qué tanta pasión se le pone, la medida en la que se cree en el proyecto y se tiene perseverancia y por supuesto, el talento. No puedo evitar reírme en las discusiones de qué plataforma es mejor: Windows, Mac o Linux, qué lenguaje de programación es más in: si hacerlo en Ruby es porque estás con los tiempos, Python o Perl para los puristas y PHP o .NET para los que no saben nada. Puedes hacer una presentación malísima con Keynote o Prezi y una fantástica con Power Point así como puedes haber estudiado en la universidad más cool del momento y no haber aprendido nada o ser un gran autodidacta sin tener un título.
Tan poco relevantes son las herramientas que es posible cambiar el mundo con Paint.
P.S. How Khan Academy Is Changing The Rules Of Education El sistema no es perfecto, pero es el prototipo de lo que será la educación a mediados del Siglo XXI —aunque espero con todo mi corazón que sea antes.