Una perfecta noche de diciembre la que recibió a los Foo Fighters en tierras aztecas por primera vez. Anoche más de 50 mil almas nos reunimos para recibir por primera vez a una de las bandas de rock más importantes de los últimos 20 años y mi grupo favorito de todos los tiempos.
Sólo los Foo Fighters pueden anunciar un concierto un par de meses antes y llenar el Foro Sol.
Simplemente maravilloso. Debo confesar que con el paso de los años se fueron diluyendo mis esperanzas de presenciar un concierto de los Foo en vivo. Cuando vivía en Chihuahua lo más factible habría sido buscar un concierto en Texas o Nuevo México, pero nunca fue considerado seriamente. Luego, cuando me mudé al DF y sabiendo que nunca habían venido a México, me sentía aún más alejado. Con el rumor de que vendrían el año pasado para luego cancelar y con la banda seguramente enfocándose a grabar para el próximo año, empezarían su gira en el 2015, la resignación había llegado. Nunca pensé verlos en vivo en un corto plazo, pero jamás me pasó por la mente que en un mismo año tendría la oportunidad de ver a The Killers, Incubus —que no me decidí a ir, pero la oportunidad estuvo— y Foo Fighters.
Pero así es la vida.
El setlist de anoche fue el siguiente:
Siendo honesto, creo que fue un poco mejor que lo que presentaron el miércoles. El haber añadido Skin and Bones fue algo por lo que rogaba. Pero también nos perdimos de Long Road To Ruin y de ver el espectáculo que es Dave Grohl en la batería. Siendo un poco exigente, yo habría cambiado algunas canciones del primer disco por Aurora y The One, pero aún así el concierto fue perfecto.
Cuando tocaron Walk fue un momento muy especial y lleno de energía, lo mismo con Times Like These, comenzando con Dave tocando su guitarra acústica para finalizar la canción con la banda entera y cerrar maravillosamente con Everlong, pero el show se lo llevó Best of You, en la cual el público le coreó un par de minutos a la banda ante un atónito Grohl que lloró y se disculpó por haber tardado tanto tiempo en venir, y prometiéndonos volver muy pronto.
Un gran concierto, superior, a mi parecer, al de The Killers, que traía mejor espectáculo, pero la expectativa, la emotividad y hasta lo inesperado terminaron pesando más.