La Fiera logró rugido de Campeón
El rugido esperó más de 20 años, pero valió la pena. Como sus jugadores lo imaginaban, fue más fuerte el poderío del León que lo que impone el Estadio Azteca y La Fiera despejó todas las dudas con un contundente 1-3 que resultó justo por lo visto en 180 minutos.
El sufrimiento que León vivió 10 años en la Liga de Ascenso se vio recompensado en un año y medio que ha sido de ensueño y que lo regresan a los lugares históricos que no debió abandonar como la gran plaza que es.
El triunfo del León representa no sólo un mero logro deportivo. El que el mejor equipo del futbol mexicano sea de un personaje que no es del agrado del duopolio que ha controlado el balompié azteca, provoca que se cimbren varios cimientos y se mire con otros ojos al futuro de una Liga mexicana que aspira a meterse entre las cinco mejores del mundo.
El León fue superior al América. En todos los sentidos. Después del juego de ida, pensaba que el Ame tenía la mesa puesta para escribir otra gran historia en el Azteca, donde desde el primer segundo hasta los doce minutos tuvo sudando a la defensiva del rival.. hasta que cayó su gol. Incluso con eso, había suficiente tiempo, pero poco a poco se fueron acumulando fallas que a la postre pesarían demasiado. Cerrar el primer tiempo con el empate seguía dando esperanzas.
Pero el León fue mucha pieza, es un equipo amplia y claramente superior. Tal vez no tuvo tantas, ni fue tan dominador, pero fue contudente. Y esa fue la fiera que conocimos durante toda la liguilla; goleando en casa y dando un gran partido de visitante. El que hasta ese entonces era el actual campeón no tuvo oportunidades reales de levantar la copa por segunda vez. El equipo del León es perfecto, desde el portero hasta el delantero.
A veces se gana, a veces se pierde. En este sentido, me da gusto disfrutar la derrota en contra de un equipo tan espectacular. Y me alegra el corazón la respuesta de prácticamente todo lo que rodea al América—los jugadores nunca comenzaron a dar patadas, al contrario, no se rindieron hasta el final; recibieron todos su medalla, algunos incluso besaron la copa del subcampeón; gran parte de la afición que estuvo en el estadio se quedó para ovacionar a un equipo que le dio muchas alegrías a lo largo del año. Sólo las penosas declaraciones del Piojo mancharon las muestras de deportivismo.
Me da mucho gusto por un equipo grande que se quedó en segunda división durante muchos años pese a sus esfuerzos. Final tras final perdida, aprendieron a ser grandes. Y ahora, con seis títulos lo demuestran, ganándole a una de las mejores versiones del americanismo de la historia y campeón defensor. Me da mucho gusto por Matosas, que busca nuevas condiciones para sus jugadores.
Y aunque me duela, se notó que la actual Selección está compuesta por grandes jugadores guanajuatenses apoyados por una base americanista. El Gullit, Montes y Márquez son unos verdaderos cracks.