Este es el Google que aprendimos a amar la década pasada. Desde que entendimos que Internet es más que un medio masivo de comunicación — es una herramienta que eventualmente mejora la calidad de la vida de las personas, el “Internet para todos” ha sonado en campañas políticas, organizaciones sociales e incluso como derecho básico.

Pero la tarea no es sencilla. Requiere una infraestructura inmensa, una inversión estratosférica y una visión maravillosa. Si alguien puede echarse esta labor al hombro sería Google. Este es su Project Loon.

Es evidente que esta iniciativa no es altruista; persigue los objetivos de Google, así como Gmail —para conseguir market share y personalizar las cuentas—, Chrome —para empezar a empujar a los demás navegadores a mejores tecnologías para que Google pueda crear aplicaciones web más complejas— o Fiber —algo similar a Chrome; subir la velocidad de las conexiones para poder transmitir más datos—, pero si cada uno de estos esfuerzos beneficia al consumidor, no le veo nada malo. Además, pese a su cuota de mercado, Google no es monopolio; hay posibilidad de utilizar otros servicios.

Espero de todo corazón que esto tenga éxito y no sea otro proyecto olvidado de Google. Llevar Internet al resto del mundo podría acelerar exponencialmente el avance de la raza humana.

(Perpetrado de Hacker News)