La noticia geek de ayer llegó en uno de esos posts en los que Google anuncia que cerrará algunos de sus servicios menos populares. La lista incluyó a Google Reader, el lector de RSS que desde el 2006 —después de un rediseño de su rara interfaz de lanzamiento, un año antes— se convirtió en el favorito de todos.
El RSS está muerto, dicen. Pero es la mejor forma de centralizar la información de los sitios que nos interesan. Tras un estancamiento después de Reader, en los últimos años han surgido otros lectores, News Blur y The Old Reader son los que he probado, pero son muchos más, recopilados por ReplaceReader.com. La muerte del gigante dará espacio a la innovación, al siguiente formato de sindicación o a mejores herramientas.
Este podría ser un momento clave; Google no será el mismo para nuestros ojos y una vez más entenderemos el valor de pagar por un producto para que podamos confiar en él a largo plazo.