Un hombre que tocó la vida de millones a través de su arte, que contó la historia de Patch Adams, que hizo muchas buenas películas y algunas no tanto, que era tan aficionado a los videojuegos que nombró Zelda a su hija, un tipo que nos divirtió durante mucho tiempo, y cuyos demonios probablemente jamás conoceremos. Ese era Robin Williams.
La depresión es un problema serio. Habiendo vivido un episodio de esa índole, es necesario apoyar a la persona para convencerla de buscar ayuda profesional. Es normal sentirnos tristes uno o dos días; es una cosa muy diferente sentir un dolor permanente. No entenderemos jamás la depresión, simplemente hay que ayudar a combatirla.
Descanse en paz, Mr. Williams. Gracias por tantas sonrisas.
Requiescat In Pace, Robin Williams fue escrito por fael el día lunes 11 de agosto de 2014 a las 10:56 p. m.
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