Es 2014 y aún tenemos que sufrir con algunos vestigios tecnológicos, los primeros que vienen a mi mente son las impresoras y las lavadoras. Las primeras son conocidas por ser difíciles de controlar—una tarea tan simple como cancelar una impresión se puede convertir en una proeza. De las segundas, el problema es una interfaz muy complicada para decidir exactamente el tipo de lavado necesario, una reliquia de tiempos en donde las computadoras no podían elegir por nosotros las mejores opciones.
Afortunadamente hay empresas como Berg, que ven este mismo problema, y una gran oportunidad de cambiarle parte de su vida a millones de personas. Esto es Cloudwash.
Aunque son grandes pasos adelante y un concepto mucho más que teórico, siento que les falta. El motivo de esto es debido a que no es suficiente hackear una lavadora; es necesario rehacerla de principio a fin.
Para empezar, la máquina necesita una báscula, para tener en contexto qué tanta ropa tendrá que lavar. El tipo de ropa es algo que veo difícil de automatizar, por lo que el usuario tendrá que elegir. En función de estos dos datos, la lavadora puede tomar la decisión correcta del tipo de lavado, el agua, los ciclos y los líquidos necesarios. Veo más el proceso como un checklist; define el tipo de ropa, si es de color o no, si son manchas difíciles. Ya al final, ofrecer la posibilidad de guardar esta configuración como un favorito, tal y como se muestra en el video.
Aplaudo el esfuerzo de Berg, pero conectarla a Internet, poder sincronizarla, comprar los líquidos automáticamente, algunas configuraciones más populares y controlar básicamente los mismos botones, pero en digital, creo que no es suficiente. Y lo digo como neófito de las lavadoras; el estado actual es más que confuso y Cloudwash, tal y como está, me soluciona muy poco.
(Perpetrado de waxy)
P.S. Washing Machine for Men Un concepto mucho más sencillo, pero más real.