Parecía que el 4 de Noviembre no llegaría nunca. La espera fue larga, y los últimos minutos se extendieron hasta no poder más, ya que la fecha compromiso fue atrasada más de 40 minutos, pero aún así, hoy ya tenemos The Binding of Isaac: Rebirth, y puedo decir que no sólo es uno de los mejores juegos del último año, sino un serio candidato a GOTY.
The Binding of Isaac comenzó en un game jam; un evento para sacar un prototipo de un juego en pocos días. A lo largo de un par de semanas fue pulido, y en un par de meses, ya había visto la luz del día. Era un juego destinado al fracaso—el tema era religioso, obsceno e irreverente; las gráficas eran sencillas, nada del otro mundo y la dificultad, brutal. Y de alguna forma, fue un éxito rotundo. Pero por sus raíces, tenía serios problemas. Flash era el principal culpable, una plataforma no hecha para realizar un juego, BoI se jugaba con lag en prácticamente cualquier PC y el archivo fuente FLA decían, terminaba corrompiéndose habitualmente.
Es por esto que Edmund McMillen decidió rehacer el juego, agregar elementos que de alguna forma no pudieron entrar en las tres versiones —la original, el update de Halloween y el maravilloso Wrath of the Lamb—, y sentar bien las bases, incluyendo soporte desde el día 1 para múltiples plataformas.
Algunos juegos necesitan ser pulidos una vez que ya vieron la luz del día, las ideas del creador pueden alcanzar nuevos horizontes. Tal fue el caso de EarthBound, ya que es un remake del original Mother para NES, un RPG que pasó sin pena ni gloria, pero cuyos elementos fueron rescatados, pulidos, mejorados y añejados para darnos uno de los mejores RPG de la historia, a mi punto de vista.
Lo mismo fue con Rebirth, no veo cómo podríamos llegar a tener una encarnación tan bien hecha sin una base como la que tuvo. Edmund no habría llegado a tener el equipo que logró formar, los recursos, la paciencia ni el tiempo. A veces, sólo hay que creer en uno mismo, hacer las cosas y mostrarlas al mundo para lograr tener el apoyo que se necesita para lograr la visión real, y no una a medias.
En The Binding of Isaac, en tres meses acumulé casi el centenar de horas. No veo cómo Rebirth no pueda superar este número.
The Binding of Isaac: Rebirth fue escrito por fael el día miércoles 5 de noviembre de 2014 a las 12:45 a. m.
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