Lo que hasta hace unas horas era un placeholder, la imagen del logo del próximo mundial cuya sede será Rusia, se ha develado. Normalmente este tipo de trabajos tiene una exposición muy amplia, y es muy susceptible a críticas. Esta, estoy seguro, no será la excepción.
Me gustó, es un trabajo muy bien ejecutado, muy consistente con la imagen rusa y su cultura, la elección de los elementos demuestra un proceso muy meticuloso. La tipografía, los colores, las formas y el concepto de la copa comunican al unísono. Los detalles de la presentación, mostrándola desde el espacio y las proyecciones demuestran un gran ánimo en torno a la competencia en 2018.