Triunfo irreprochable, título afortunado
El tormento tuvo final feliz y la Selección Mexicana ganó una Copa Oro como si fuera un parto.
Las dudas por cómo avanzó quedarán en segundo término y en la historia más bien el campeonato, el séptimo en 13 ediciones del torneo gracias a un contundente 3-1 sobre Jamaica.
Así habrá “Final soñada” entre Estados Unidos y el Tri el 9 octubre, posiblemente en Pasadena, para definir al representante de CONCACAF en la Confederaciones de Rusia 2017.
Un zurdazo de la mejor versión de Andrés Guardado abrió la llave, el “Tecatito” Corona aumentó la ventaja y Oribe Peralta cerró la pinza para abrir una válvula de escape que sobre todo alivia de presión al entrenador Miguel Herrera.
El título de la nota resume muy bien lo que sucedió en esta Copa Oro: en la final, fuera de los primeros minutos, México fue el amplio dominador. En este aspecto podemos decir que ganó el mejor. Por otra parte, lo presentado a lo largo del torneo fue la peor actuación de torneos oficiales en mucho tiempo; se sufrió por pasar a una segunda ronda en la cual la minoría son los que no pasan. Se jugó bien contra Costa Rica y fue un descaro lo que pasó contra Panamá.
Un triunfo contra Cuba en tiempo regular y tres penales pusieron a México en la final, una etapa a la cual no quería que llegaran, ya que seguramente el rival sería Estados Unidos y ya hemos sufrido bastante contra ellos. Pero Jamaica tenía que escribir su historia y le ganó justamente al que siempre es el anfitrión de este torneo.
Para ser la denominada Selección A, lo mejor que hay en el país, a una copa de bajo nivel, en comparación a la Copa América, la forma en la que se jugó fue mala. Y el resultado fue inmerecido, y es muy probable que tenga malas repercusiones en el mediano y largo plazo. Esto es un desastre, pero se maquilla con el resultado. El problema con esto es que no se puede hacer una evaluación real, por las formas, las cabezas deben rodar; por el resultado, se van a salvar.
Y esa es la noticia más triste: estamos atrapados en la mediocridad. En las justificaciones, en que al final se cumplió el objetivo inmediato y en que las cosas van a mejorar. Pero las formas importan.
México es campeón de Copa Oro y en Octubre se medirá al anterior ganador, Estados Unidos, para determinar quién va a la Copa Confederaciones. Y a pesar de que EUA no llegó a la final y perdió el juego por el tercer lugar, a México no se le ve un futuro muy brillante.