Si tu vida fuera un libro, cuál sería el último capítulo? Difícilmente alguien no va a tener una meta ambiciosa: dinero, estabilidad, viajes, reconocimiento.
Ahora, qué estás haciendo para lograrlo?
Tres preguntas complementarias:
Por muchos años pensó que su apatía por los eventos sociales era porque algo estaba mal, hasta que alguien le dijo que su cerebro era diferente—-y por lo tanto, sus motivaciones.
Ese niño no fue perfecto, pero fue leal a sus convicciones, a sus promesas, a sus amigos y a sí mismo. Aún así fue víctima de la traición y el abandono, pero nada lo detuvo.
Un perfeccionista hasta la muerte, ese pequeño tuvo serios problemas con la gente que lo rodeaba y que no veía al mundo igual que él.
Al niño le decían que era un genio incomprendido, pero por muchos años sólo vio la parte de incomprendido. El genio no iba a llegar tan fácil, iba a requerir mucho trabajo y él estaba dispuesto a hacerlo.
Los recursos, el niño entendió, no son fundamentales—-son un mero accesorio. Lo que de verdad cuenta es cómo se utilicen. Aprendió del mejor a hacer mucho con poco.
Aprendió a ver la vida con otros ojos: a aprender de las cosas buenas y las malas por igual, de los éxitos y errores de los otros. Se enseñó a maravillarse de las cosas y procuró que otros vieran las maravillas—-siempre le gustó compartir.
Entendió que los éxitos de la noche a la mañana vienen precedidos de muchas noches de desvelo, miedo e incertidumbre. Trató de controlar sus emociones y nunca perdió el rumbo. Ese niño supo que el fracaso no es una razón para desmotivarse—-es una razón para seguir intentando.
Es la historia de un niño de provincia que se fue a una gran ciudad a enseñarles a todos cómo se hacen las cosas.
Qué Historia Quieres Contar? fue escrito por fael el día jueves 2 de julio de 2015 a las 4:53 p. m.
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