La noticia de que la compañía de Jeff Bezos llega a México sin duda marcará un antes y un después en la era de e-commerce. Amazon, el gigante de Internet llega a nuestro país y de pronto las cosas se ponen emocionantes.
México ha sido un lugar difícil para hacer negocios en línea. Lo sé de primera mano. Primero, no se tiene confianza en los negocios en Internet, luego, quien procesara el pago tenía que ser PayPal debido a los requisitos imposibles para trabajar directamente con un banco. Y por último, pero no menos importante, pocos le han apostado seriamente y la experiencia normalmente es mala.
Amazon es un monstruo, literalmente. Su enfoque al servicio al cliente es máximo, tienen una cultura muy estadounidense de satisfacción, en la que están dispuestos a perder dinero, antes de ver marcharse a un cliente. Tengo suficientes anécdotas de esto.
Y por si fuera poco, Amazon es una empresa que busca reinventarse constantemente, a veces para mal, a veces para bien, con apuestas aún por redituar y otras extremadamente futuristas.
Lo que va a suceder ahora va a ser muy interesante. La competencia en e-commerce tendrá que elevar significativamente su propuesta: no sólo en productos, también en servicio, precio e incluso en la calidad de sus sitios webs y aplicaciones.
Pero también habrán oportunidades; el consumidor generará confianza en los negocios en línea, comenzará a exigir más y creará un mercado importante, en el que si un nuevo jugador quiere entrar, deberá tener un marketing mix al menos competitivo.