Cuando era más joven —en tiempos más mozos—, pensaba que iría a Europa antes de cumplir 25. El tiempo ha pasado y por una u otra decisión, mis sueños de viajar se han truncado bastante desde aquella vez que fui a New York.

Si al comenzar este año alguien me hubiera dicho que prácticamente cerraríamos el año en Japón, no les creería.

Pero esto es así y las cosas se fueron acomodando poco a poco y justo ahora estoy a un par de horas de comenzar uno de los viajes más maravillosos y emocionantes con la compañía de viejos, pero más que nada, buenos amigos.

Espero no estar muy alejado de este blog, en especial a punto de llegar una fecha tan relevante para mi, pero si en los últimos días semanas meses años, ha sido a veces difícil tener una consistencia en las publicaciones, supongo que estando lejos va a ser más difícil.