Resulta difícil hablar bien del 2016 a pesar de todas las cosas buenas que han traído los últimos 365 días: ha habido salud, trabajo, Box Factura va creciendo (estamos contratando!), he conocido a gente muy interesante, empecé Toastmasters, y tenemos un montón de cosas por delante.

2016 se convirtió en un año meme, porque se llevó a Bowie, Carrie Fisher, Juanga, Prince, y hasta a Fidel Castro, y nos dejó a Donald Trump en la presidencia y una triste tanda de penales en la final del Centenario de mi Ame.

Pero la razón por la cual no olvidaré al 2016 fue debido a que se llevó a mi mejor amigo. Después de una lucha de más de 4 años contra la vejez y la decadencia de su cuerpo, mi Foo finalmente terminó yendo al cielo de los perros.
Decir que ese miércoles estuve destrozado es poco. Las cosas buenas se tienen que terminar algún día, y él nos dio, y nos sigue dando muchas alegrías al pensar en él y recordarlo.

Les deseo un gran 2017, que sin dudas va a traer cosas buenas, y otras no tan buenas. En nosotros está el cómo tomemos estos regalos.