Hace exactamente un año, recibimos la esperada secuela de Avengers, en donde los superhéroes favoritos de Marvel se juntan para enfrentar a un enemigo en común. Este 2016 tenemos Captain America: Civil War que más bien parece Avengers 2.5―la mayoría del equipo original se reúne, más unos cuantos invitados especiales.
La trama fue bien establecida en los trailers: Civil War es, literalmente, una guerra entre dos bandos opuestos que supuestamente buscan el mismo fin. Con tantos personajes, no será difícil ponerlos en contra de una manera creíble y justificable?
Marvel cumple una vez más, con nuevos y mejorados trucos; hacen un buen trabajo en mostrarnos la problemática y por qué habría un conflicto entre los dos bandos, justifican las posiciones que cada personaje puede tener y logran una ejecución maravillosa, sacando de la manga un par de ases en personajes que claramente aparecen para tener su propia historia y un villano que si bien no ha sido del agrado de todos, le da un toque refrescante a la historia—que cambia para siempre.
Civil War es emocionante, llena de acción —sigo pensando que tal vez fue demasiada—, y plagada de sorpresas de algo que la mayoría de nosotros pensábamos iba a ser una historia muy simple y lineal. Tal vez lo único malo es que la película dura demasiado; 2 horas y media es una exageración, pero si se quería meter todo, posiblemente era lo necesario.