Últimamente he tenido un pensamiento muy bizarro: ser político es difícil. No es por defenderlos —el pueblo está harto, es un fenónmeno a nivel global—, pero creo que no se le da suficiente crédito a lo que representaría un trabajo bien hecho.
Hagamos un pequeño ejercicio mental: pensemos en las dos personas más inteligentes y capaces que conozcamos, y pongámoslo en un puesto de elección popular local; un alcalde o un diputado. Ahora pensemos, sabe esta persona cómo construir infraestructura? Caminos, puentes, parques o escuelas? Cuántos? En dónde? Quién hará la obra? Si fuera un diputado, sería capaz de impulsar una iniciativa de ley que beneficiara a un sector de la población en particular, sin afectar otros sectores, otras legislaciones, no contraponerse a la Constitución y que sean viables, legal y económicamente?
Ciertamente yo no.
Estas ideas acerca de gobernar —y hacerlo bien— están plasmadas de forma perfecta en el siguiente video.
Como siempre, un excelso video de CGP Grey, ahora acercándose más a un mini documental que de costumbre, mostrándonos las dinámicas de poder …y posiblemente concretando que la forma en la que se manejan los gobiernos difícilmente van a cambiar.
Tan interesante como triste el rol que toma la corrupción en una democracia: una herramienta para obtener y mantener el poder. Al igual que otras herramientas que son mejores para el pueblo: construcción de infraestructura y educación. Benefician, pero no dejan de ser medios para un fin.
El tema me ha parecido interesante desde hace mucho tiempo, por lo que The Dictator’s Handbook va a ser una compra navideña obligada.
The Rules for Rulers fue escrito por fael el día viernes 28 de octubre de 2016 a las 6:12 p. m.
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