Motivado por el último Film Theory, y pocos minutos después desmotivado por el hecho de que es muy musical. Y con el precedente de Frozen, ya no sé si creer en las producciones de Disney.
Con Moana, en este sentido, siento que estoy tomando un riesgo.
Grata sorpresa en una película de Disney: es una historia de princesas, pero no es la clásica trama de amor; tiene canciones, pero además de que son sutiles, son muy buenas; su trama es bastante aceptable, pero donde brilla es con el carisma y desarrollo de los personajes—en especial el de Maui.
Moana es una muestra muy alentadora del futuro de Disney, aún guiada por los creativos de siempre. Espero que sigan esta ruta, por el bien de todos.