Ayer tuvimos una noche mágica. Varias lunas tuvieron que pasar; fueron más de las que nos imaginábamos y más de las que nos habían prometido, pero tras 4 años los Foo Fighters volvieron a México y trajeron un maravilloso show pese a tener un festival como escenario.
La expectativa era grande aún considerando que solo tendrían dos horas para tocar. Durante mi preparación —y anticipación— para el concierto veía con gusto que han estado incluyendo Under Pressure, y pensaba que esta noche tendríamos suerte.
La realidad fue mucho mejor.
Abriendo con Let There Be Rock en forma de tributo para Malcolm Young, tuvimos un setlist muy bueno —a pesar de que las canciones de los últimos dos discos no me han encantado—, incluyendo clásicas como Learn To Fly, Walk, These Days y Times Like These; pero lo que destaca sin duda fue cuando Dave se preparaba a tocar batería y nos hizo pensar que sería Cold Day In The Sun —cuyas vocales son de Taylor— solo para empezar a hablar de Queen. Under Pressure fue un momento mágico, uno que difícilmente olvidaré.
El otro fue durante Best of You —o Breakout, no recuerdo— donde la banda pidió que se apagaran las luces y todos prendiéramos las luces de nuestros teléfonos. En pocos segundos, de pasar de la penumbra a iluminar totalmente el lugar.
Nunca pensé ver a los Foo en un festival. El sacrificio fue grande, pero valió la pena. Y hasta nos tocó ver a Andrew W.K.. Espero que la siguiente no sea en 2021.