Seis años de anticipación, y definitivamente un festejo por la década de una franquicia cuyo valor aparentaba estar con Spider-Man, la historia de Marvel Studios merece su propia película. Las búsqueda de las gemas del infinito comienza y Thanos protagonizará la batalla más grande que los Avengers hayan enfrentado hasta el día de hoy.
Una de las principales preocupaciones era cómo balancear un elenco de más de 50 personajes; basta una simple operación aritmética para saber que no tendremos ni 5 minutos por cada uno. Afortunadamente esto no sucede, pues cada uno de los frentes no solo tienen suficiente tiempo en pantalla, también logran tener una química especial. Mi favorita fue la de Thor y los Guardianes de la Galaxia, seguida del equipo de Tony Stark.
Sorpresiva, grandiosa y valiente; Infinity War nos dejó a todos con la boca abierta y al filo de nuestras butacas. Tiene problemas, sí, quizá del más fuerte no puedo hablar pues sería entrar en territorio de spoilers, pero los diálogos de esa parte se sintieron fuera de lugar. Extrañamente la duración de la película no fue parte de la problemática. Honestamente me había preparado para una película de 2 horas y media a 3 horas.
La espera valió la pena, Infinity War es un gran tributo a la década de Marvel Studios. Ahora a esperar al siguiente año.