Estando en la antesala de los premios de la Academia este domingo, quisiera tener una opinión de lo que voy a ver en la pantalla—no importa lo sesgada, absurda o contradictoria que esta sea, son tan solo los Oscars.
De Darkest Hour hace algunos días me enteré del personaje histórico del cual revolvería la trama, y me llamó más la atención.
Winston Churchill es una figura emblemática, incluso para nosotros los americanos, a un océano de distancia. Apuesto a que sus palabras perdurarán mucho más de lo que pudo lograr como diplomático, primer ministro y estratega.
Darkest Hour tiene un poco de todo esto; desde una historia que desconocía la forma en la que llegó a ser el segundo más importante en el Reino Unido, hasta su relación con el Rey y sus difíciles primeros días frente a un país en guerra.
Las actuaciones y la ambientación, sin duda los puntos fuertes de la película. La trama no es mala, pero para ser vendida como una historia basada en la vida real, tuvo muchas libertades argumentales. Por el contrario, una decisión muy acertada estuvo en no llenar el guión de sus célebres frases.
Resulta muy interesante el hecho de que Dunkirk complementa la experiencia de Darkest Hour, presenciando en dos lugares la misma historia. Aplausos porque ambas logran momentos sublimes.
En resumen, muy recomendable.
Darkest Hour fue escrito por fael el día lunes 26 de febrero de 2018 a las 10:02 p. m.