Más de diez años atrás surgió una idea: armar una colección de imágenes y videos. Por algunos años corcholat tuvo un alcance importante, pero poco a poco la vida real empezó a exigir su lugar. En lo personal, un trabajo insatisfactorio afectaron varias facetas de mi vida, incluyendo lo que publicaba en Internet.

Ha sido más de la mitad de su vida que el sitio ha estado en una especie de purgatorio; sin nuevos contenidos, pero aún en línea.

El nombre siempre me gustó, denota familiaridad, pero también tiene un lado curioso. No lo podía abandonar simplemente así.

Hoy corcholat vuelve con otra faceta; más enfocado a ser un espacio colaborativo, a tener un tópico central, y a compartir pequeños pedazos que uno se encuentra en la web. Tal vez los videos y las galerías no vuelvan, pero me esforzaré para tener algo nuevo varias veces a la semana.

Te extrañé, corcholat. Bienvenido de vuelta.