Mientras tanto en México prácticamente todo sigue en pie, lo único que se ha postergado es el Tianguis Turístico. Este sábado es el Vive Latino, cuya asistencia está entre los 70 y 90 mil personas, y se plantea recibir los vuelos que EUA bloqueará. Como si estuviéramos tan bien.
(En Alemania están advirtiendo que de no tomar las medidas adecuadas, hasta el 70% de los habitantes podrían ser contagiados—en un país que están mucho más preparados!)
Para el mexicano promedio, ahora además de preocuparse por la inseguridad, su salario que no le alcanza, sus enfermedades, la impunidad, y su infinidad de problemas personales y laborales, se tendrá que preocupar no solo de una pandemia—también de lo que dejará más adelante. Está en puerta una crisis económica mundial, y el líder que elegimos entre todos no se cansa de echarle la culpa a los demás en lugar de ponerse a trabajar.
Las crisis presentan grandes oportunidades—para los que están preparados. Esta pandemia posiblemente sea tan solo una advertencia de lo que va a ocurrir un par de veces cada década; un mundo conectado y global lo permitirá. La oportunidad está en el trabajo remoto, en el home office. México podría ser un paraíso para crear startups y desarrollar tecnología; el costo de vida es comparativamente bajo, pero la infraestructura es lo suficientemente robusta y estable, se habla bien el inglés, somos competitivos, creativos y estamos preparados.
Pero el gobierno apuesta por las refinerías, termoeléctricas y por darle oficios a las personas en lugar de invertir en energía limpia, recursos renovables, innovación y empleos estables y bien pagados.
Espero que en un futuro no muy lejano pensemos más fríamente en quién ponemos en la silla; si tiene planes para hacer un mejor mañana, si tiene una mente abierta a nuevas ideas, si se rodea de expertos y confía en ellos, si cree en la ciencia, si le es importante la ecología, si tiene responsabilidad para asumir un cargo así y tiene la humildad suficiente para aceptar que se ha equivocado.
Posiblemente una de las consecuencias de la pandemia sea un México mejor. Si es que llegamos al 2024.