Había una época en la cual el lanzamiento de una nueva película de Pixar era todo un acontecimiento. De Luca recuerdo haber visto un trailer, una fecha tal vez lejana y un silencio entre estos dos eventos. Tal vez las producciones de Pixar son una más, posiblemente la pandemia ha acelerado ese brusco cambio en el cine; ya no se requieren campañas de mercadotecnia tan agresivas si al final la película va a llegar a tu hogar, de una forma u otra.
De la forma en la que sea, Luca termina siendo una gran película que trae un mensaje (o dos) muy necesario en la época que estamos viviendo. Argumentalmente, da un giro a los riesgos que los protagonistas enfrentan, y de una forma muy brillante, es simplemente adorable. Me recuerda a lo simple e inconsecuente que fue mi niñez. De la animación ya no se le puede aplaudir más—es lo mínimo que la mascota Luxo representa, pero los personajes, la ambientación y el ritmo son muy buenos.
No es Coco, ni Wall-E, pero Luca tendrá su lugar especial entre los amantes de la animación por mucho tiempo.