Eto’o, naturalmente encabronado por estos insultos racistas, decide salirse de la cancha, al tiempo que decía “No más”. Fue entonces que, en un acto de solidaridad, sus compañeros de profesión, incluyendo los contrarios y los árbitros trataron hacerlo cambiar de parecer y continuar en la cancha, que finalmente fue lo que sucedió.
Contrastante lo ocurrido aquí; por un lado uno de los cánceres de la humanidad y por el otro, el compañerismo, la amistad y la caballerosidad. Fue increíble ver cómo los jugadores de Zaragoza fueron los primeros en estar ahí, siendo un perfecto ejemplo del Fair Play.
Creo que este atentado va más allá del color de piel; ésta vez —repito, en mi humilde punto de vista— fue sólo un pretexto, siendo la razón principal el éxito de Samuel Eto’o, dentro y fuera de la cancha, como estos pseudo-aficionados no pueden construir algo productivo, entonces qué hacer? Lo destruyen.
Pero evidentemente no hay una razón justificada para estos terribles ataques, y si no se les pone un alto pronto, se convertirá en un problema de proporciones inmensas.
Y tal como dije, ante una situación tan estúpida, lo que prevaleció fue la cordura y el espíritu humano. Creo que aún hay un poco de luz en esta inmensa oscuridad.
P.S. Lapuente vuelve al banquillo Y, tristemente, creo que el América no cambiará mucho.
Sobre el Racismo en el Futbol fue escrito por fael el día miércoles 1 de marzo de 2006 a las 12:17 a. m.
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